Los cinco fines del escultismo

Baden Powell no era un teórico. Si lanzó el escultismo, lo hizo como res­puesta a las necesidades de los chicos que veía vivir en la Inglaterra de principios del siglo XX, y para remediar las carencias que observaba en la sociedad:

  • Una escuela que da una formación intelectual y teórica, pero sin preocuparse lo suficiente por el desarrollo físico y, menos aún, por la formación del carácter.
  • Un egoísmo galopante, la pérdida del sentido del bien común y del espíritu cívico.
  • La decadencia de los valores morales, espirituales y religiosos.

Frente a esta situación, el escultismo contempla cinco fines:

  1. El desarrollo físico y la salud.
  2. La formación en el sentido de lo concreto.
  3. La formación del carácter.
  4. El desarrollo del espíritu de servicio.
  5. El sentido de Dios.

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El Sentido de Dios

Es último (como finalidad) de los cinco fines del escultismo:

La palabra “sentido” tiene una doble significación: permite expresar el hecho de sentir, por un lado; y por otro puede indicar también una dirección. Educar el sentido de Dios implica estos dos aspectos.

  • El descubrimiento de Dios
  • El escultismo quiere ser una ocasión para que el muchacho descubra a Dios.

Por la vida en la naturaleza, en primer lugar: el adolescente es capaz de admirarse ante la belleza de los paisajes que irá descubriendo; son nume­rosos los lugares y momentos que conducen a la contemplación. Me acuerdo de esta promesa, en la nieve, en la cumbre el Aneto, al levantarse el sol… Veladas en noches cargada de estrellas.

La vida en la naturaleza permite descubrirla de verdad, descubriendo tam­bién a Dios en la obra de su creación. La belleza de la naturaleza es un signo del amor fácilmente perceptible por el muchacho.

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