2 claves fundamentales para el inicio de curso

El inicio de curso suele tener muchos afanes y aspectos que tener en cuenta. Pero sin duda hay dos factores fundamentales que definirán lo que probablemente será el resto del curso, y especialmente también la manera de vivir el escultismo de cada chico de la tropa. ¡Pon mucha atención!

Hacer que los Jefes de Patrulla tomen conciencia de su misión y comenzar a formar una Alta Patrulla Unida

El cuidado de la formación de los Jefes de Patrulla es (debe ser) una de tus prioridades todo el curso. Pero sin duda en el arranque del nuevo curso lo es con mayor motivo, para iniciar la actividad de la unidad con buen pie. Por ello es importante que incluyas en tu programa y calendario:

  • Tener una entrevista o conversación personal con cada Jefe de Patrulla para exponerle lo que esperas de él y establecer juntos los esfuerzos que debe hacer para estar a la altura que exige su cargo (y así poder ser investido si no lo está). Esta tarea debe tener continuidad a lo largo del curso con otras conversaciones de control y revisión, que además contribuirán a instaurar o consolidar lazos de confianza personal entre ambos.
  • Tener una actividad de Alta Patrulla, preferiblemente de fin de semana (en este curso concreto, por la situación COVID, adaptarse lo mejor posible). Hace falta vivir bien en ella: Que realmente sirva para vivir el ambiente que debe reinar en una patrulla, vivir juntos en ambiente scout (marcha, convivencia, técnica, formación…), con espíritu scout (alegría, servicio, oración). El objetivo es unir a los jefes de patrulla con su jefe y, sobre todo, lanzarlos a reproducir en sus patrullas lo que viven en la Alta Patrulla.

Aprovechar la acogida de los nuevos para relanzar a la tropa sobre buenas bases.

La llegada de los nuevos y la salida de los más veteranos, al principio del curso, desordena en cierto modo el equilibrio de cada patrulla. Esta etapa es importante para lanzar a cada patrulla en particular y la tropa en general sobre buenas bases:

  • La acogida scout no es cualquier acogida. Cualquier grupo de jóvenes tiene reglas propias para acoger a un chico que llega nuevo, desde juegos de acceso en las pandillas hasta las «novatadas en serie», que no tienen nada que ver con la acogida scout. Porque nuestra acogida es alegre y con buen gusto: no busca reírse del nuevo, ni mostrar quién es el que manda. Debe ser un acontecimiento positivo para el nuevo; ya sea lobato o recién llegado al ambiente scout. Haz comprender bien a tus jefes de patrulla que lo normal para el nuevo es llegar con cierto miedo a lo desconocido, y que presten atención para lograr situar al nuevo en ambiente de la forma más apropiada, de manera que se sienta atendido: No dejarle solo en un rincón, tener en cuenta tomar sus datos de contacto, facilitarle los del resto de la patrulla, presentarse, etc.
  • Que la acogida sea un momento de fiesta y de alegría. Que este momento festivo esté impregnado de espíritu scout, que permita sentir desde el principio el significado del 4º artículo de la Ley Scout (El scout es amigo de todos y hermano de cualquier otro scout). Que este hecho festivo sea una ocasión de dar gracias y de rezar juntos un momento, para que el nuevo tome conciencia, desde el principio, que Cristo está presente en la vida de la patrulla.
  • La acogida de los nuevos es una ocasión ideal para recordar la historia del escultismo y las reglas del juego scout. ¡Y esto va también por los más veteranos de la patrulla!:
    • Historia del escultismo: Entrando en la tropa, se convierte de golpe en miembro de una comunidad que tiene una historia. Se puede recordar a través de veladas y juegos. Hace falta también mostrar al chico que nos situamos en un momento concreto de esta historia.
    • Las reglas del juego scout: son la Ley, los Principios y las virtudes scout (franqueza, abnegación y pureza). En un primer momento hará falta aprenderlas de memoria. Pero, sobre todo, hay que recordar que las reglas del juego están hechas para ser vividas y respetadas. Decírselo a los nuevos, de la forma que hayáis elegido, será también ocasión de recordárselo a los veteranos.
  • La acogida es personal en cada patrulla. La patrulla tiene su historia, sus tradiciones, simbolizadas, entre otras cosas, en su animal de tótem, su divisa, su santo patrón. La patrulla delfín no hace la misma acogida que la patrulla tigre. Resaltar, a través de la acogida, la personalidad de cada patrulla, contribuirá a unir entre ellos a sus miembros.
  • La acogida debe ser una invitación a tener un sitio en la patrulla y, además, a progresar para ocupar ese lugar correctamente:
    • Hace falta que el nuevo sienta desde el principio que la patrulla le necesita. Con ocasión de la llegada de los nuevos, cada jefe de patrulla reorganiza su patrulla, reparte puestos de acción y cargos, se establece un circuito de alerta, etc. Cada chico tendrá algo que hacer. Los lobatos, desde su llegada, deben tener un Puesto de Acción (que se viene fraguando desde las conversación y Corte de Honor realizadas en el curso anterior), en función de las especialidades que haya conseguido en la manada.
    • Para poder ser útil a la patrulla hace falta formarse. Se comenzará por pedir a los nuevos que se preparen para ser aspirantes (y poder hacer así el Acatamiento), entregándoles el libro «La patrulla te invita«. A continuación habrá que fijarle plazos para conseguir este primer nivel: un lobato debería ser aspirante para la fiesta de Todos los Santos; un chico que nunca ha hecho escultismo, también podría serlo en esa fecha, aunque también podría necesitar algo más de tiempo. En cualquier caso, antes de Navidad todos deberían ser aspirantes y estar en condiciones de hacer el Acatamiento siendo conscientes de lo que significa. Son plazos de progresión cortos, adaptados a la psicología de los chicos de esa edad.
    • Los objetivos de progresión no son solo para los nuevos. También los más veteranos (Jefe de Patrulla incluido): Cada uno debe tener objetivos personales a alcanzar en cada ciclo (mes, mes y medio), rellenando así, de forma progresiva, su carnet de pruebas de clase y adquiriendo, poco a poco, especialidades que permitan la progresión del conjunto de la patrulla.
    • Es ridículo pretender lanzar a los nuevos a la progresión si los veteranos están estancados. La llegada de los nuevos debe ser ocasión de relanzar hacia adelante la progresión de la totalidad de los miembros de la tropa. La fecha de Todos los Santos y Navidad marcan las dos primeras etapas significativas.

Conclusión

Dos grandes objetivos para el primer mes (o mes y medio) de actividad en la tropa: La formación de los Jefes de Patrulla y la Acogida de los nuevos. En ambos casos conciernen tanto a la organización de la tropa (o sea, al Jefe de Tropa apoyado siempre en su consejo de jefes) y a cada patrulla (o sea, al Jefe de Patrulla apoyado siempre en su consejo de patrulla).

Sin embargo no constituyen más que una parte de los objetivos a alcanzar durante el primer ciclo de actividad de la tropa. Deben ser completados con otros objetivos en el terreno de la formación espiritual así como del nivel técnico de la unidad.